Cómo funciona el T2* cardíaco

1. Paciente remitido

Se pedirá al paciente que contenga la respiración durante una resonancia magnética de 15 segundos realizada en una de nuestras clínicas validadas de T2 cardíaco*.

2. DICOM transferidos

Los archivos DICOM se transmiten de forma segura a través de FAST al laboratorio central de Resonance Health.

3. Análisis realizado

El análisis y los controles de calidad corren a cargo de un equipo de físicos altamente cualificados de nuestro Laboratorio Central.

Haga clic para ampliar el informe de ejemplo

4. Resultados devueltos

Los resultados se generan en un plazo de 2 días laborables y se transmiten de forma segura al médico a través de FAST.

Cómo funciona HepaFatScan

1. Paciente remitido

El paciente se somete a una resonancia magnética de 2 minutos en una de nuestras clínicas validadas HepaFat-Scan®.

2. DICOM transferidos

Los archivos DICOM se transmiten de forma segura a través de FAST al laboratorio central de Resonance Health.

3. Análisis realizado

El análisis y los controles de calidad corren a cargo de un equipo de físicos altamente cualificados de nuestro Laboratorio Central.

Haga clic para ampliar el informe de ejemplo

4. Resultados devueltos

Los resultados se generan en un plazo de 2 días laborables y se transmiten de forma segura al médico a través de FAST.

Cómo funciona LiverSmart

1. Paciente remitido

El paciente se somete a una resonancia magnética de 10 minutos en una de nuestras clínicas FerriSmart® validadas.

2. DICOM transferidos

Los archivos DICOM se transmiten de forma segura a través de nuestro portal FAST.

3. Análisis realizado

Análisis realizado por nuestros motores FerriSmart® y HepaFatSmart® AI Powered.

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4. Resultados devueltos

Los resultados se generan en tiempo real y se transmiten de forma segura al médico a través de FAST.

Cómo funciona HepaFatSmart

1. Paciente remitido

El paciente se somete a una resonancia magnética de 2 minutos en una de nuestras clínicas HepaFatSmart® validadas.

2. DICOM transferidos

Los archivos DICOM se transmiten de forma segura a través de nuestro portal FAST.

3. Análisis realizado

Análisis realizado por nuestro motor de Inteligencia Artificial.

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4. Resultados devueltos

Los resultados se generan en tiempo real y se transmiten de forma segura al médico a través de FAST.

Cómo funciona FerriSmart

1. Paciente remitido

El paciente se somete a una resonancia magnética de 10 minutos en una de nuestras clínicas FerriSmart® validadas.

2. DICOM transferidos

Los archivos DICOM se transmiten de forma segura a través de nuestro portal FAST.

3. Análisis realizado

Análisis realizado por nuestro motor FerriSmart® AI Powered.

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4. Resultados devueltos

Los resultados se generan en tiempo real y se transmiten de forma segura al médico a través de FAST.

Cómo funciona FerriScan

1. Paciente remitido

El paciente se somete a una resonancia magnética de 10 minutos en una de nuestras clínicas FerriScan® validadas.

2. DICOM transferidos

Los archivos DICOM se transmiten de forma segura a través de FAST al laboratorio central de Resonance Health.

3. Análisis realizado

El análisis y los controles de calidad corren a cargo de un equipo de físicos altamente cualificados de nuestro Laboratorio Central.

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4. Resultados devueltos

Los resultados se generan en un plazo de 2 días laborables y se transmiten de forma segura al médico a través de FAST.

Equilibrio: El hierro y la sobrecarga de hierro en el organismo

El hierro, elemento crucial para diversas funciones fisiológicas, emprende un fascinante viaje a través del cuerpo humano, orquestado por un proceso meticulosamente regulado. Este mineral esencial entra en nuestro sistema a través de la puerta de nuestra boca, embarcándose en una compleja expedición que implica absorción, transporte, utilización y almacenamiento.

Al entrar en el estómago, el hierro se enfrenta al duro entorno ácido antes de pasar al intestino. En condiciones sanas, el intestino absorbe entre uno y dos miligramos de hierro al día. A continuación, este hierro absorbido se confía a una minúscula molécula proteica llamada transferrina, a menudo comparada con un taxi para el hierro dentro del organismo. La transferrina actúa como transportador, llevando y trayendo el hierro a destinos cruciales como los músculos, la médula ósea, el hígado y el bazo.

El hierro desempeña un papel fundamental en nuestros músculos, donde se utiliza en la mioglobina, un componente esencial para la función muscular. Al mismo tiempo, el hierro se transporta a la médula ósea, el centro de producción de glóbulos rojos. Aquí, el hierro se incorpora a la hemoglobina, la molécula que transporta el oxígeno dentro de los glóbulos rojos, lo que les permite resistir hasta 120 días en circulación.

El ciclo vital de los glóbulos rojos culmina con su desintegración, orquestada por los macrófagos reticuloendoteliales. La transferrina interviene de nuevo, extrayendo el hierro de las células desintegradas y reciclándolo de nuevo a la médula ósea, perpetuando un ciclo vital en la gestión del hierro de nuestro organismo.

El exceso de hierro no se desecha casualmente, sino que encuentra un refugio en el hígado, sirviendo de reserva para posibles necesidades futuras. Nuestro organismo mantiene de forma natural un equilibrio entre la ganancia y la pérdida de hierro, con pérdidas diarias, debidas al desprendimiento de células muertas y hemorragias, de entre uno y dos miligramos de media. A pesar de este intrincado sistema, el organismo carece de un mecanismo de excreción de hierro. Por lo tanto, las reservas de hierro se regulan durante la fase de absorción en el intestino, aumentando la absorción de hierro cuando las reservas son bajas y disminuyendo cuando son altas.

Sin embargo, este mecanismo tan afinado puede verse alterado por factores genéticos, dando lugar a enfermedades como la hemocromatosis, en la que se produce una absorción excesiva de hierro, lo que provoca una peligrosa acumulación. Los trastornos que afectan a los genes de la hemoglobina, como la talasemia, también pueden contribuir a una absorción anormal de hierro.

Más allá de los factores genéticos, el equilibrio puede verse alterado cuando el hierro entra en el organismo a través de medios no convencionales, como transfusiones de sangre o infusiones de hierro. Las infecciones y la inflamación pueden complicar aún más la intrincada danza del hierro dentro de nuestro sistema, alterando potencialmente su delicado equilibrio.

En condiciones normales, el organismo emplea biomoléculas especializadas como la transferrina y la ferritina para fijar y transportar el hierro de forma segura. La transferrina actúa como un taxi, capaz de transportar hasta dos átomos de hierro a la vez. La ferritina, por su parte, asume un papel de almacenamiento, formando una jaula esférica que puede encapsular miles de átomos de hierro, que se encuentran principalmente en el hígado.

A pesar de estas medidas de protección, una absorción excesiva de hierro puede conducir a una situación peligrosa. Las concentraciones de hierro aumentan hasta niveles en los que las biomoléculas son insuficientes para fijarlo de forma segura. Esto provoca la liberación de hierro no ligado a la transferrina (NTBI), una forma tóxica que puede causar estragos en órganos como el corazón y el páncreas. Los daños en el hígado, el páncreas y el corazón son consecuencias potenciales de la sobrecarga de hierro, lo que subraya la importancia crítica de mantener un delicado equilibrio de hierro en el organismo.

La comprensión de las intrincadas vías del hierro en el cuerpo humano revela un sistema finamente ajustado para mantener el equilibrio. Sin embargo, las alteraciones, ya sean genéticas o ambientales, pueden provocar una sobrecarga de hierro y los riesgos para la salud que conlleva, lo que subraya la importancia de comprender y preservar el delicado equilibrio de este mineral esencial en nuestro organismo.

Si el exceso de hierro se acumula, puede depositarse en órganos como el hígado y, en última instancia, el corazón, lo que puede provocar graves complicaciones de salud. El hígado es el principal lugar de almacenamiento de hierro en el organismo, por lo que una medición precisa de la concentración de hierro en el hígado (LIC) permite a los médicos evaluar la carga total de hierro en el organismo y ayudar a determinar el tratamiento más adecuado para eliminar el hierro, controlar su posterior depósito y prevenir daños en los órganos.

¿Cómo puede ayudar Resonance Health?

Nuestros productos FerriScan®, FerriSmart® y LiverSmart® pueden analizar la LIC con gran fiabilidad. Estos métodos utilizan imágenes de resonancia magnética, por lo que no son invasivos ni dolorosos. Póngase en contacto con nosotros para obtener más información.